800. La fundación de la primera biblioteca pública en California: El Cuartel

En 1849, tres años después de que Estados Unidos tomara el territorio de Monterey de manos de México, varios ciudadanos de Monterey se reunieron para establecer la primera biblioteca pública de California. Su deseo era establecer una biblioteca pública que "ofreciera entretenimiento, diversión y ganancias a una amplia clase de personas que, sin ella, malgastarían su tiempo en frivolidades y pasatiempos cuestionables y tan prevalentes en nuestro estado." - Registros de la Asociación de la biblioteca de Monterey, 1 de junio de 1853 Esos "pasatiempos cuestionables" eran las actividades a menudo estridentes y ruidosas de la era de la fiebre del oro en California, que ya para es época marchaba a todo vapor. El alcalde de Monterey, Walter Colton, y el reverendo Dr. Samuel Willey, director de la escuela, fueron los primeros defensores de la biblioteca, pero fue el pionero californiano David Spence quien fungió como presidente de la recién formada Asociación de la biblioteca de Monterey. El plan era alojar la biblioteca en el recién construido Colton Hall. El edificio cumplía las funciones de ayuntamiento y escuela de Monterey, así que la biblioteca sería de fácil acceso tanto para los estudiantes como para los residentes. Sin embargo, en julio de 1849, el gobernador de California convocó allí una asamblea constitucional, lo cual desbarató los planes para la biblioteca. Entonces, la Asociación centró su atención en un gran edificio de adobe que contaba con dos pisos y medio. Se trataba de El Cuartel. Construido por el gobierno mexicano en 1840 para hospedar a los soldados, El Cuartel había pasado a ser el cuartel general del ejército de los EE. UU. y el lugar donde el primer periódico de California tuvo sus oficinas. Ubicado en la que ahora se conoce como la calle Munras Street, ocupaba la mayor parte de la manzana entre las calles Webster y Tyler. Con el fin de obtener recursos económicos para la biblioteca, la Asociación persuadió a los ciudadanos para que compraran acciones a 32 dólares estadounidenses. Muchos pioneros famosos de Monterey y de la California mexicana estuvieron entre los primeros accionistas, incluidos Thomas O. Larkin, José Abrego, Joseph Boston, el Capitán Juan Bautista Rogers Cooper y el políglota William P. Hartnell. Hacia 1850, más de 900 libros de poesía, ficción, Historia y Ciencias, así como mapas y documentos gubernamentales iban rumbo a California vía el Cabo de Hornos. Una cuarta parte de los libros estaba en español. Así, la Asociación de la biblioteca de Monterey alcanzó el primero de muchos hitos importantes.