021. La cárcel de Monterey, secunda parte: presos famosos

Durante la fiebre del oro la cárcel vió a muchos forajidos pasar por sus puertas de hierro, incluyendo a combatientes de la famosa contienda Roach-Belcher, una serie de vengativos asesinatos en 1850. La contienda se había suscitado cuando dos fanáticos de la región, Bill Roach y Lew Belcher –alias “el ágila grande”- discutieron por la herencia de una viuda. Uno de los secuaces de Belcher, un peligroso forajido llamado Anastacio García, apareció misteriosamente colgado en su celda por manos desconocidas –agentes que hicieron justicia por su propia mano. En el siglo XX, Eddie Romero, un delincuente empedernido de espíritu libre pasó varias noches en la vieja cárcel. El se convirtió en el modelo del personaje Pilon en la novela Tortilla Flat, de John Steinbeck. Hay muchas historias escritas sobre los diversos reos encarcelados en Monterey, pero destaca ésta de un par de californianos confinados por robo. Los hombres le pidieron al Alcalde de Monterey, Walter Colton, que les entregara sus guitarras para pasar el tiempo. Colton escribe, “Anoche, cuando las calles estaban en silencio y la luz de la luna se hilvanaba a través de los portones de su cárcel, su música ondeaba por el aire silente con dulzura y poder. Sus voces eran ricas en armonía con sus instrumentos y sus melodías tenían un tono salvaje y melancólico. Estaban cantando, hasta donde sabían, su propio réquiem”.